Antecedentes teóricos y conceptuales de la criminología ambiental

 

ANTECEDENTES TEÓRICOS Y CONCEPTUALES DE LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL


Psicología y criminología

La criminología ambiental entiende que el entorno de una persona que comete un determinado delito es uno de los factores más determinantes en la explicación de la comisión del propio delito, suponiendo un elemento criminógeno (crimífugo o crimípeto) para el comportamiento y la toma de decisiones relacionada con él.

Del mismo modo se entiende que la comisión de delitos o la mayor o menor concentración de actividad criminal en un determinado lugar no se debe al azar, sino a los diferentes factores o características del mismo.

Se entiende el delito como un evento situacional, en el que el infractor y la víctima son una parte de él. La criminología ambiental entiende los demás factores como explicativos del delito, pero considera que se debe tener en cuenta, como hasta entonces no se había hecho, la influencia del lugar de comisión así como de sus características con el objetivo de establecer técnicas más eficientes a la hora de prevenir o detener el crimen.


El ambiente

Para los psicólogos ambientalistas el objeto de estudio es la concepción holística del ambiente físico, tal y como lo experimentan las personas en su vida diaria. En definitiva, la pretensión de la disciplina consiste en analizar el comportamiento y la experiencia humana en los escenarios en los que tienen lugar.


Evolución histórica de la disciplina

La definición explicita de “psicología ambiental” se realiza en 1924, tras la Primera Guerra Mundial. La preocupación por los aspectos ambientales en el primer tercio del siglo XX se da como respuesta a una sociedad en transición propia de posguerra y envuelta en varios cambios sociales, políticos…

Entre los diferentes desarrollos técnicos que la Psicología Ambiental presenta, se rescata como emergente claro una transición de intereses que al principio del desarrollo de la materia se centraría en el diseño arquitectónico y de espacios para posteriormente devenir en un enfoque que presta atención a la naturaleza y a cómo cuidamos o maltratamos el ambiente.

El comportamiento esta mediatizado por un ambiente previamente manipulado por el primero. La dimensión individuo-sociedad se torna fundamental tanto para comprender los fenómenos ambientales como para la propuesta de acciones en términos de gestión ambiental.

 

En lo que respecta a la Criminología, se observa como el análisis completo del delito tiene 4 dimensiones: dimensión legal, del infractor, la correspondiente a la víctima/objetivo y la que indaga en lo espacio-temporal.




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